martes, 25 de junio de 2013

La verdadera historia de la Bella durmiente


¿Quién no ha visto de pequeño 'La bella durmiente' de Disney? He de reconocer que siempre fue mi película favorita de entre todas las demás de las princesas Disney, pero un día, por pura casualidad, me entró la curiosidad sobre este cuento.
Hace algunos meses me puse a investigar y descubrí que este cuento no es tan inocente y bonito como nos lo pintan en la peli de Disney, pero claro, también es evidente que las películas de Disney de ese entonces iban destinadas a los niños, por lo que había que endulzar los cuentos.

¿Queréis entonces descubrir la verdadera historia de la princesa Talía? Sí, su nombre real es Talía, no Aurora.  Pues ahí va:

Tras el nacimiento de la princesa Talía, los adivinos de la corte advirtieron al rey de que la princesa corría un grave peligro. Años después, cuando Talía ya era una hermosa muchacha, salió a dar un paseo al jardín del palacio y llevada por la curiosidad se pinchó con una astilla de lino. La princesa quedó sumida en un sueño absoluto, y el rey, sabiendo que ya no podía hacer nada para salvar a su amada hija, la atavió con los más hermosos ropajes, la dejó yacer en un lecho de terciopelo rojo, y abandonó el palacio junto a toda su corte.

El castillo fue abandonado durante años, hasta que un día el halcón de un muchacho que iba de cacería se adentró en el castillo, seguido del muchacho.  Entonces el joven encontró a la hermosa Talía, recostada en su lecho, e intentó despertarla, pero al ver que la joven no respondía, y dejándose guiar por sus instintos más primarios, la violó y se fue del palacio.
Nueve meses más tarde, y todavía dormida, Talía dio a luz a dos niños: Sol y Luna, y un día uno de ellos chupó el dedo de su madre sacándole la astilla de lino y haciendo que despertara. Años después el muchacho, que resultó ser un príncipe, se convirtió en rey y volvió al castillo y descubrió que la princesa había despertado, y que además había dado a luz a dos niños, sus hijos. Tras pasar varios días con ellos el rey se marchó, pues su esposa le esperaba.

Ya en palacio, durmiendo con la reina, el rey habló en sueños de Talía y sus dos hijos, y ésta totalmente cegada por la ira mandó a uno de sus sirvientes a que buscara a los niños, los trajera a palacio y los matara y cocinara para servírselos de comida al rey. No fue hasta que el rey terminó con su comida, que la reina le contó que se había comido a sus propios hijos, pero lo que la reina no sabía es que el cocinero se apiadó de los niños y no los mató. El rey mandó entonces a construir una hoguera en la que la reina murió quemada.
Así, Talía, Sol, Luna y el rey empezaron una nueva vida juntos.

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